Monday, June 12, 2006

TV en contra de la cultura

Que fin de semana tan gacho fue este, desafortunadamente perdimos al bebé. Ni hablar, ya le echaremos ganas en el futuro, no le podría desear a nadie la experiencia.

Pero bueno en este fin de semana que pasé en consultorios, clínicas y laboratorios, tuve contacto directo con la televisión abierta de nuestro país, y la verdad confirmo lo que anteriormente ya había deducido: pobre de aquél que no tiene el recurso de la televisión de paga, la televisón abierta representada por sus 2 principales exponentes, televisa y azteca, se constituye como una de las principales barreras para el acceso a la cultura.

Y desde el boom de los reality shows, la estupidez ha sido un tema recurrente (y remunerante) en la pantalla chica. Recuerdo la fascinación que causaba ver el primer programa de Big Brother, cuando un grupo de jóvenes sin gracias ni talentos eran expuestos en la tele. De ahí hasta nuestros días han existido un sinnúmero de programas que enfatizan la ignorancia, la holgazanería, la estupidez y la carencia de talento, para convertirse en los conceptos rectores de la televisión nacional actual.

Ni siquiera sé por donde comenzar, tomemos los programas de espectáculos, que en realidad son los más estúpidos de toda la programación. Desde que amanece ya tenemos los primeros programas que dan los buenos días a aquél público cautivo que se tiene que recetar horas contínuas de sandeces acerca de novelas, chismes de pseudo cantantes y actores, chistes muy, muy malos y por supuesto de cantaletas idiotizantes que los conductores repiten una y otra vez taladrando la mente del teleauditorio. Después por las tardes aparece una selección de los seres más funestos y patéticos del país para hablar expresamente de chismes que a nadie debieran importarle, pero que la inmensa maquinaria de la televisión introduce en la mente de la gente, estos tipos, y es muy probable que me escuche muy mal por decir esto, resultan desagradables con sólo verlos, hombres que tratan de disfrazar su tendencia homosexual (sin homofobia) y mujeres que se presentan con la autoridad de cualquier magistrado de la suprema corte, pero con la sapiencia de un chimpancé mal entrenado. Ninguno de ellos es crítico de arte, no les interesa el teatro (el bueno), la danza, ni la música o el cine, la única oportunidad de aparecer en estos programas para un verdadero artista es violando a su perro o haciéndole sexo oral a Irma Serrano, nunca por su trabajo.

Después una serie de telenovelas con temas principalmente clasistas (siempre han sido así) y para finalizar noticieros tendenciosos que presentan verdades a medias o coberturas manipuladas de los temas importantes del pais.

En toda la programación no existe un horario utilizado para culturizar al auditorio, algún documental, o programa con datos históricos, en fin, no existe un canal o un sólo programa que contribuya al asrevo cultural de la población.

Es triste ver como todos los domingos la principal atracción es ver a un grupo de gente cantar o bailar en un set de televisión como en cualquier concurso de baile o canto de alguna plaza pública o kermesse. Pseudo artistas se roban los derechos de autor cantando refritos para hacer de la piratería una industria legal.

Mientras tanto la población no tiene idea de temas importantes como el reciclaje de la basura, el calentamiento global, la importancia de la esterilización de las mascotas, el cuidado del agua, métodos de anticoncepción, el cuidado de la flora y fauna. Nada de eso importa, sólo ver a quien eliminan en el reality de moda o repetir las estupideces que recita el patético Adal Ramones y su camarilla de imbéciles.

La televisión de paga ya no es un lujo, tampoco podría ser una necesidad, pero si no queremos que nuestros hijos sean cantantes de jingles y repetidoras de modismos sin sentido, tendremos que hacer el gasto para expandir las posibilidades de alejarnos de la tv nacional lo más posible.